Internet en educación
Internet cambia la forma de trabajar, hace que aparezcan nuevas formas: a distinto tiempo y en distinto lugar (a distancia). Hace posible que los alumnos y profesores distantes se comuniquen, o que alumnos presenciales puedan ser tutelados a distancia, en casa. También induce cambios en la metodología, favoreciendo formas más colaborativas de trabajo. En definitiva Internet es en sí misma es recurso específico para la educación que crea entornos propios de aprendizaje, docencia y trabajo para alumnos y profesores. Asimismo la red está llena de informaciones y de instrumentos que pueden ser utilizados de forma original y con carácter propio y real en un contexto educativo: son los recursos de Internet. Por último la Red, y sus servicios, establecen valores añadidos a la educación: Tutoría telemática, educación a distancia y metodologías propias (basadas en la comunicación distante y en la cooperación).
Internet y la enseñanza: ¿clases virtuales para todos?
La nueva forma de educar ha de permitirnos explorar y descubrir a iniciativa propia. Tenemos acceso a expertos en las ramas del saber, a las noticias, a estadísticas vitales. Podemos aprender viendo imágenes, escuchando sonidos e interactuando con otros interesados en los temas que nos preocupan.
La enseñanza a distancia ha probado ser una solución atrayente para los que viven demasiado lejos de las escuelas o universidades, están demasiado ocupados en sus casas como para poder ir a las escuelas de manera regular o son demasiado pobres para pagar los cursos.
Con la aparición de Internet, la experiencia de la enseñanza a distancia se ha transformado completamente.
Antes la enseñanza a distancia era esencialmente una experiencia aislada, en que el estudiante se enfrentaba a una cantidad enorme de materiales de estudio enviados por correo, con contactos esporádicos y rígidos con un instructor tan lejano como de difícil acceso. En este tipo de entorno, no solamente el estudiante debía superar una serie de dificultades para ponerse en contacto con el instructor, sino que además debía esperar prolongados periodos de tiempo entre el envío de su pregunta y la recepción de la respuesta. Además, la interacción se limitaba a la relación individual entre el estudiante y su instructor, ya que no existía ningún tipo de comunicación de los estudiantes entre sí.
Por el contrario, Internet constituye una clase virtual cuya esencia es la interactividad intensa y la compartición de los recursos y la información. No queremos decir con esto que no hayan existido clases virtuales incluso antes de surgir Internet. Desde hace algunos años, un cierto número de instituciones de enseñanza se han esforzado por desarrollar y sostener programas de enseñanza a distancia concebidos para los sistemas de teleconferencia. Pero los costos extremadamente altos del servicio han limitado su expansión.
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